Para evitar paradas innecesarias en plena faena, es recomendable contar con un pequeño stock de repuestos básicos. Entre los más útiles están: filtros de aceite y de aire, correas de transmisión, fusibles, mangueras y racores, así como cuchillas o dientes de repuesto en el caso de aperos de corte. También resultan prácticos los tornillos, tuercas, pasadores y retenes, que suelen desgastarse con frecuencia. Tener estos elementos disponibles permite resolver averías menores de inmediato y mantener la maquinaria siempre en marcha.